martes, 28 de abril de 2009

Nota: "Buscando al Eternauta" (Martín Suárez)

NOTA: "BUSCANDO AL ETERNAUTA" (MARTÍN SUÁREZ)

Buscando al “Eternauta”

Aunque era muy chico, recuerdo que el V.I.H. cambió algunas costumbres de vida que eran impensadas en el mundo. Antes de su masificación no se temía mantener relaciones sexuales sin preservativo, los adictos a diferentes drogas compartían sus jeringas como en una ronda de mates entre amigos de toda la vida y la mayoría jugueteaba con la suerte de su salud, sin ir al médico por años, para realizarse un control general de su vitalidad.

Mas allá de éste horizonte después de la aparición del SIDA, ninguna estadística señala que se redujo la actividad sexual en el mundo, o que bajaron los adictos a drogas inyectables, pero si surgieron datos que la mayoría de las personas tiene un control mayor de su integridad física yendo asiduamente a los hospitales o médicos particulares.

En yuxtaposición se escuchaban los energizantes mensajes de la iglesia, prohibiendo el uso del preservativo, como una herramienta principal, para no contraer la enfermedad.

Paradojas de la vida religiosa, es pecado usar un condón, pero no es tropiezo infectar a otra persona por disfrutar del roce de la piel y el acto sexual.

Para malestar de los jerarcas con sotana, nacen más niñas y niños en el mundo sin contraer matrimonio, que caminando por la alfombra roja hacia el altar rodeado de personas que se emocionan por tradiciones burguesas y arcaicas que no garantizan la entrada a ningún reino celestial.

El control de las masas, a través del temor y el castigo, no es algo nuevo que aparece en éste siglo, es más me atrevería a decir en éste milenio, pero es indiscutible que fue en ésta época donde potenció sus herramientas de seducción.

La aparición de la bacteria “Bacillus anthraci” o el “Carbunco”, más conocida como “Ánthrax”, causó la semi-paralización de gran parte de la sociedad mundial y un sistema de comunicación que fue principalmente afectado o por lo menos sospechoso de esparcir éste mal; los correos mundiales perdieron negocios millonarios en manos de aquellos que enviaban a diario correspondencia a diferentes organismos institucionales por que prácticamente el destinatario no recibía ningún sobre de conocidos o de personas que enviaban sus inquietudes por primera vez. En 1992 se confirmó tan solo un caso de “Ántrax” en Norteamérica y luego de 8 años en 2000 existió un solo caso que fue reportado; rara casualidad que el sector informático y el uso de Internet, como nuevo utensilio comunicacional, creció exponencialmente a finales de los 90 y sobre todo en el apogeo de ésta bacteria en 2000 y 2002.

El aprovechamiento de estas raras enfermedades infectocontagiosas, se utilizan para avivar nuevas costumbres vinculadas a la creación de nuevos mercados. Hace pocos días en nuestro país y toda Latinoamérica el “Dengue” era otro elemento que resucito, como nunca, la compra de repelentes, insecticidas y diferentes productos químicos para apartar ésta epidemia crónica.

Misteriosamente los encargados de propagar la idea de inseguridad ambiental, los medios de comunicación, despojaron rápidamente al mosquito infeccioso de sus tapas de diarios, canales de televisión y emisoras de radio, la culpable de todo esto fue la aparición de una nueva epidemia, la tan difundida “Fiebre porcina”.

Los empresarios de los medios de transporte ya lamentan las futuras pérdidas, sobre todo los de la aeronavegación; pero más allá de mirar al mundo con ojos mercantilistas la pregunta es, qué nuevo mercado será favorecido en esta ocasión?

Martín Suárez.

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