viernes, 6 de marzo de 2009

orquesta de neuquén

Orquesta De Neuquén

Maestro: le quiero enviar este correo sobre la orquesta de neuquén. Un abrazo. Pedro. 

En dos oportunidades recibí correo sobre algunos aspectos de la orquesta de neuquén. Uno de ellos, el que me envía Angela Brite, se refiere a Tolcachir y el otro, también de un remitente desconocido (Edu Diaz), a Labrín. Creo que los correos contienen algunas precisiones y en los dos hay datos falsos. Si bien estoy tentadísimo a escribir sobre ambas cosas ( las precisiones y los datos falsos), resistiré y trataré de opinar sobre la orquesta en sí misma.

La orquesta es una organización que se basa en la calidad, cantidad y voluntad de sus integrantes. A la orquesta de neuquén le faltan las tres cosas.

Calidad: es indudable que una orquesta no se puede basar en "éxitos" pasados. Si fuera así, la Filarmónica de Berlín, podría dejar de ensayar durante unos....digamos 400 años, y esto es improbable. La orquesta de neuquén tuvo un momento de gloria. Ese momento pasó y no se va a recuperar. Algunos integrantes tocan bien, pero tocar bien para un músico debería ser algo inherente a su condición. A buena parte de esos integrantes decididamente les falta años de estudio, y aun teniéndolos no les alcanzaría para integrar un organismo de calidad. Por otra parte, lo que asegura parcialmente la calidad de un organismo son los concursos, y estos son sistemáticamente negados por la conducción del organismo, con distintas excusas como por ejemplo que no hay dinero para estos cargos. Entonces es imposible recrear y cubrir los puestos vacantes. Digo parcialmente en el párrafo anterior ya que los resultados de esos concursos pueden ser conducidos hacia destinos menos exigentes, sea para cubrir esos cargos como para justificar el gasto. Llegamos entonces al segundo punto:

Cantidad: una orquesta que quiera realizar un repertorio determinado, no puede estar "alquilando" músicos para el 90% de sus presentaciones. Es lamentable y erróneo que se llame "orquesta sinfónica" a este grupo de instrumentistas. El último concierto en San Martín de los Andes con 6 (¡seis!!??) músicos fue una burla al público y de una vanidad y arrogancia de parte del director casi rayana en lo mesiánico. Cuando a fines del 2008 ese mismo director estuvo al frente de la Sinfónica Nacional, esos comportamientos fueron cuidadosamente disimulados. Los músicos de esa prestigiosa orquesta conocen quien es quien. Sigo. La cantidad de integrantes de una orquesta no impidió en el pasado realizar repertorios de calidad y con resultados asombrosos para el público y para las entonces autoridades. Los integrantes estaban convencidos de estar realizando historia. Una orquesta en Neuquén!!!! Historia para la provincia e historia para la ciudad. Pero ahora es solo eso: historia. La evolución del organismo solo se puede hacer de la mano de hombres con capacidad, imaginación y valor. Creo que ese hombre no está. Tampoco ese hombre está en el gobierno provincial.

 No hay nada que hacer si falta...

 voluntad: algunos de los actuales músicos de la orquesta de nqn están en el organismo desde hace bastantes años. Pueden recordar tiempos en los cuales las cosas fueron buenas. Por ej.: primera época de la orquesta, programaciones con directores y solistas de renombre internacional, giras exitosas, la primera época del actual director. Una lista larga. Si la memoria de esos músicos (no digo de todos, pues algunos parecieran no tener memoria) pudiera indicarles los momentos de satisfacción que han vivido, y si a esos momentos se los comparara con los actuales, evidentemente tendrían que darse cuenta que lo que les falta para que las cosas mejoren, es voluntad. Voluntad de enfrentar las situaciones, voluntad de diálogo con sus compañeros, voluntad de diálogo con la conducción administrativa, voluntad de reconocer la historia, y porque no, voluntad de realizar un "mea culpa". Ah!, también voluntad para no ser cómplice de una estafa al pueblo neuquino. Pueblo que ayudó a formar esta ya casi inexistente orquesta y que ahora ve frustrados sus deseos de sentir pertenencia cultural con esa agrupación.

 Reflexionemos ahora sobre los principales actores que han sido enunciados en los mails.

Labrín no es un genio. Tolcachir tampoco. Uno formó la orquesta. Otro la está destruyendo. Uno quiso que fuera totalmente del estado neuquino (tarde no?). Otro quiere mantener su "organismo de ensayo". Uno tiene gestión, voluntad y sentido de la prescindencia (tarde no?). El otro es lobista y caprichoso.

 Por último, quisiera dejar estas palabras: ser músico es mucho mas que talento y condiciones. En un aspecto filosófico, hace falta una enorme cuota de sacrificio. Quienes están dispuestos a realizarlo?

Atentamente:

Pedro Lamur.

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