sábado, 19 de abril de 2008

Hora de revivir la utopía

HORA DE REVIVIR LA UTOPÍA

Centro Latinoamericano de Creación e Investigación Teatral

Desde 1975 al servicio del teatro argentino y latinoamericano


HOY REABRE EL CENTRO LATINOAMERICANO DE CREACION E INVESTIGACION TEATRAL

Hora de revivir la utopía

Estuvo a punto de desaparecer, luego de tres décadas, pero consiguieron una nueva ubicación, en Moreno 431.

Las ausencias revalorizan lo que ya no está. Pasa en el fútbol, en el arte, en la política y en las mejores familias. Para fortuna del teatro, al CELCIT (Centro Latinoamericano de Creación e Investigación Teatral) no tuvo que desaparecer para que sucediera.

Para adecuar a la Ley de Teatros Independientes su sala de Bolívar al 800, sus directivos habían planeado el inicio de las reformas para el 8 de enero del año pasado, a las 10. Pero dos horas antes de que llegaran los albañiles, los dueños del edificio le anunciaban a Carlos Ianni, director de la entidad, su decisión de venderlo, obligados por un ahogo económico.

En una de las oficinas de la sede que será inaugurada hoy, Ianni recuerda: "Fue un shock, una sorpresa. Nuestra primera reacción fue suspender la reforma y levantar los cursos y obras de compañías extranjeras programados para el segundo semestre del año". Enseguida Ianni, el presidente Juan Carlos Gené y los cinco miembros del equipo se preguntaron si tendrían fuerza para seguir. Además, testearon hasta qué punto para la comunidad teatral era importante que el CELCIT siguiera, después de tres décadas de vida. "La respuesta fue abrumadora. No podíamos darnos el lujo de rendirnos", admite Ianni.

En dos meses reunieron más de cuatro mil firmas de 42 países, sumaron el respaldo de instituciones teatrales del país y del extranjero, de organismos oficiales y hasta el apoyo presidencial. Con ese aval salieron a buscar "un espacio adecuado, a largo plazo". Tras varios intentos, regresaron al primero que vieron y allí se quedaron: Moreno 431.

El edificio, que pertenece a FECIC (Fundación para la Educación, la Ciencia y la Cultura, fundada por discípulos de Bernardo Houssey), fue construido por una empresa cerealera. La imprenta que funcionaba en el subsuelo fue transformada en una sala para 112 espectadores, con una gran sala de ensayo, camarines, oficinas y un montacargas, en una superficie de 520 metros cuadrados. Las tareas de reforma arrancaron en octubre y fueron costeadas "con aportes del Instituto Nacional del Teatro, el Fondo Nacional de las Artes, Proteatro, el Fondo Metropolitano de Cultura, la Cámara de Diputados de la Nación y la Presidencia, y lo recaudado en cientos funciones teatrales, cuyos actores donaron su trabajo", detalla el director sin disimular su orgullo.

Para entender tanta solidaridad, sirve recorrer la historia de la institución, creada en 1975 en Venezuela. Cuatro años después, Francisco Javier fundaría la filial argentina.

Un encuentro regional de investigadores del teatro en América Latina fue la primera actividad de relevancia. Varios años más tarde, "un festival de Nuevo Teatro, que convocó a miembros del movimiento under de la época, como el Clu del Claun, las Gambas al ajillo, la Organización Negra, en La Gran Aldea, en horarios normales fue el segundo gran paso". En 1993, asumió la presidencia Gené, recién vuelto de su exilio. Su llegada y el alquiler de la sala de Bolívar al 800 convirtieron al CELCIT en un centro de formación actoral, con la concurrencia de maestros extranjeros y una temporada teatral planificada.

Resultado de ese proceso pedagógico son las dos partes de "Factor H: Williams Hnos. S.A." (viernes a las 20.30) y "Factor H: Moscú" (sábado a las 20.30), que se estrenan hoy y mañana en la reapertura del Centro. Gené, a cargo de la puesta, cuenta que alumnos que habían trabajado con él le pidieron un entrenamiento que derivó en las obras, en torno a conflictos y relaciones entre hermanos.

"Partimos de escenas de Tennessee Williams y Chejov", explica el director, "para elaborar distintos episodios propuestos por los alumnos". Ambas obras fueron creadas a medida que avanzaba el entrenamiento. Gené, autor del libro "Escrito en el escenario", destaca esa modalidad creativa al referirse a las generaciones actuales de autores. "Con frecuencia los autores son directores y actores. En el pasado era un fenómeno aislado, pero ahora conforman una generación", expone.

En "Factor H" los actores mezclan sus propias historias personales con la ficción. Recorren la ambigüedad del par amor-odio, tan inevitable entre hermanos, y dejan cabos sueltos que Gené unirá en una tercera parte. "Como se dice en estos casos -anuncia-, continuará".

Eduardo Slusarczuk. Clarín. 18 de abril de 2008


Las actividades del CELCIT han sido declaradas de Interés Cultural por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires


INFORMACIÓN DE PRENSA N° 070

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